Estoy en el Limbo. Como os lo
cuento. Me ha mandado para allá el mismísimo Dante, así que es un limbo de
lujo, que conste. El caso es que una compañera me ha enviado un enlace en el
que aparece un cuestionario y, tras responder una por una todas las preguntas,
te evalúa y te dice a qué círculo del Infierno dantesco te vas a ir de cabeza
cuando te mueras. La pobre anda muy preocupada porque le ha tocado irse con los
lujuriosos y yo, para consolarla, convencida de que me iba con ellos también,
ya casi frotándome las manos pensando en la eternidad, me encuentro que me
manda el tío con los no bautizados y me consuela diciéndome que eso sí, no te
agobies porque allí estarán también, esperándote con ilusión, Sócrates, Platón,
Aristóteles y el mismísimo Virgilio.
¿QUÉÉÉ? Desde el siglo XXI se lo digo,
Signore Alighieri y con el mayor de los respetos que me merece su cabeza
laureada: no estoy dispuesta. ¿Qué hago yo por toda la eternidad con esos
vejestorios? Para empezar, yo no entiendo mucho a Platón, en qué me vi de
aprobarlo en COU y además me salió en Selectividad, sólo me falta que me salga también
cuando me muera; Sócrates no ha dicho ni mu en la vida, un soseras, vamos, que
a ver por qué es filósofo, porque lo diga el plasta de Platón; y Aristóteles va
de estrella de los filósofos y está siempre opinando de todo sin que nadie le
pregunte. Por no hablar de Virgilio, ya está bien de Virgilio, para que le dé
por hablarme con sus puñeteros hexámetros dactílicos y tenga que ayudarlo a
buscar a Beatrice todo el santo día, que no se entera de que ésa está en el
resort Paraíso*****. Y mientras, mi amiga tan pancha con el marqués de Sade,
don Juan Tenorio (¡mi don Juan!), Casanova y Christian Grey. No me conformo. Y
además, ¿la Iglesia no eliminó en Limbo de las localizaciones eternas porque
era un coñazo que no aguantaban ni los nonatos? Pues que alguien reformule la
Divina Comedia, hombre, que está caduca.
Un
alumno que andaba por allí, estaba algo preocupado también porque le tocaba ir
al círculo de los heréticos y en su familia eso está muy mal visto: -Algo
habrás hecho, -le he dicho yo-, peor es lo mío, hijo, allí por lo menos te van
a contar chistes aunque sean irreverentes, con suerte te tropiezas con Gila y
te hace el numerito del teléfono o algo –¿Es
el enemigo?¿Podrían parar la guerra
un momento?- , pero figúrate lo que me espera a mí, dándole al coco todo el
santo día, o noche, o lo que sea eso. Y encima rodeada de mocosos llorones sin
su faldón de bautizar siquiera, un asco de más allá-. El caso es que el
muchacho se ha ido más convencido de que ser un hereje no era tan mala opción,
al fin y al cabo. Y para consolarme a mí, va y me dice: -A ver si es que no has
entendido bien las preguntas, profesora-. Va a ser eso, hijo.
Por si acaso os interesa, copio
el enlace. Está en inglés, pero con un poco de paciencia y el traductor de Google
no hay nada imposible. Y si vais al Limbo, por favor, decídmelo, a ver si
organizamos algo enrollado por allí.
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