O uno se llama Julio Verne o es
imposible predecir cómo evolucionará la tecnología. Cuando inventaron los SMS y
los zagales empezaron a abreviar palabras y usar emoticonos a mí me pareció lo
más lógico y práctico del mundo, me parecía que el principio de economía
lingüística lo exigía, es más, otra cosa hubiera sido lo raro. Hubo gente que
lo llevó fatal: ¡el caos de la ortografía! ¡el fin del castellano! (como si
hubiera sido un fenómeno exclusivo del castellano). Ahora han inventado el
WhatsAp –no sé si esta vez estará bien escrito, no me aclaro con esta palabra o
lo que sea- y las mismas criaturas que hace un par de años te ponían: Ola k tal pk n ns vms dsps? xoxo
(Traduzco: “Hola, ¿qué tal? ¿Por qué no nos vemos después? Besos y abrazos”),
ahora te mandan el mismo mensaje más o menos completo y comprensible para los
no iniciados. Razón: el WhatsAp es gratis y mucho más rápido. Claro, ¿cómo iban
a adivinar este nuevo invento los apocalípticos de la lengua? A mí todos esos
fenómenos lingüísticos no me parecen excesivamente trascendentes porque se
limitan a un ámbito muy específico. Sin embargo, lo que sí me sorprende y mucho
es la nueva tendencia de las siglas. No es que las siglas sean una novedad, qué
va, hasta Dámaso Alonso nos recordaba las nobles y “venerables” SPQR, INRI y
RIP; la cosa extraña es que ahora los versátiles zagales las empiezan a usar
para mostrar emociones; eso es raro, raro. La primera es la que da nombre a
esta entrada: LOL. Siglaemoticona la llaman y parece que hay varias teorías
sobre su significado; las más aceptadas, al menos que yo sepa, es que significa
Lots of Laughs o Laughing out loud (parece
que no está muy claro) y se usa con dos diferentes intenciones; a saber: mucha
risa (tú escribes o dices LOL después de la intervención de alguien y eso
quiere decir que te ha hecho mucha gracia) o insulto (“eres un LOL”). Me quedo
muerta. O sea, que ahora en vez de ese sentido “jajaja” que escribo para dar a
entender que todavía me estoy riendo de un comentario que ha hecho alguien,
tengo que escribir: LOL. Pues vaya sosería. El caso es que la cosa ha trascendido
a la lengua oral y yo ya lo he visto decir con la cara más seria que un ajo:
uno cuenta una anécdota riéndose y el otro va y le dice con cara de póker:
“LOL” y el primero se va tan satisfecho pensando: -Qué gracioso soy, madre-. No
sé, pero no lo veo muy claro. Me imagino una peli de risa en el cine, por
ejemplo, y cuando se produce la escena graciosa, va todo el mundo y dice:
“LOL”. Pues no es lo mismo. Pero también vale para dar a entender sentimientos
tan comunes como “hijo, qué poca gracia tienes”, tú le dices LOL a uno y el
otro piensa: -No vuelvo a contar este chiste sin cuatro cañas en el cuerpo-. Lo
que no tengo muy claro es cómo se distingue el primer LOL del segundo LOL o, lo
que es más difícil, si el chiste se lo cuentas a tres o cuatro, ¿cómo sabes
quién te está diciendo el LOL del me-descojono-con-este-tío o el LOL del
cállate-ya-pordiós-hijo? Habrá que matizar esto en el futuro porque si no, me
veo haciendo encuestas a mis amigas: -Oye, cuando me dijiste LOL ¿a qué te
referías? Es que no me quedó del todo claro tu tono de LOL-.
Dicen que la cosa ha llegado ya
al diccionario Oxford con otras como
OMG (Oh, My God), así que si alguien te pega un susto de muerte le dices tan
educada y británicamente: -OMG- y todos tan contentos. Yo propongo otras más
castizas, como MPEC (Me Parto El Culo) o APYQMM (Acho, para ya que me meo) o TETDC
(Tú Eres Tonto Del Culo) o LMQTP (La Madre Que Te Parió –para susto de fuerza
moderada-) y AQTLUH (¿A Que Te Llevas Una Hostia? –para susto de fuerza intensa-).
Es posible que sean más difíciles de decir, pero tienen más sentimiento; es que
hasta para las siglas nuestra lengua tiene más miga, QLVAH (Qué Le Vamos A Hacer).